Periodos de la Cultura Paracas
En la cultura Paracas se distinguen, según el eminente arqueólogo Julio C. Tello, dos culturas o fases sucesivas, teniendo en cuenta la forma como enterraban a sus muertos: Paracas-cavernas y Paracas-necropolis.
Paracas Cavernas
Las tumbas de esta cultura se encontraron en el Cerro Colorado, lugar situado a 18 kilómetros al sur de Pisco. Las cavernas se sitúan bajo la arena, a dos metros de profundidad; tienen la forma de una copa invertida. Alli se hallaron momias envueltas con fardos, hechas con telas que eran rodeadas de ofrendas constituidas por alimentos: maíz, yuca, frijoles, pallares, etc. La población debieron ser agricultores, guerrera, religiosa y alegre.
Construyeron la población fortificada de Tajahuana, sobre una meseta pedregada que se eleva a 200 metros sobre el nivel de los cultivos. Del mismo modo, edificaron sus casas en las faldas de los cerros.
Al principio rendían culto a un ser ocular, un personaje sin cuerpo, con solo ojos y boca. Después, este ser adquirió la forma de una personaje temible que portaba un cuchillo y una cabeza-trofeo en sus manos.
Por último el caracter alegre de la población se manifiesta con la presencia de instrumentos musicales, como tambores, trompetas, antaras y pitos.
Construyeron la población fortificada de Tajahuana, sobre una meseta pedregada que se eleva a 200 metros sobre el nivel de los cultivos. Del mismo modo, edificaron sus casas en las faldas de los cerros.
Al principio rendían culto a un ser ocular, un personaje sin cuerpo, con solo ojos y boca. Después, este ser adquirió la forma de una personaje temible que portaba un cuchillo y una cabeza-trofeo en sus manos.
Por último el caracter alegre de la población se manifiesta con la presencia de instrumentos musicales, como tambores, trompetas, antaras y pitos.
Paracas necropolis
Esta fase cultural esta simbolizada por un gran cementerio rectangular. Ahi los pobladores enterraban a los integrantes e la casta dominante. Para tal efecto, estos eran devueltos en telas finamente bordadas, junto con alimentos y adornos de oro y piezas de cerámica. Las paredes de sus tumbas están edificadas de piedras pequeñas unidas con barro calcáreo, que cuando se endurece es semejante al cemento; los techos, de palos de huarango o de huesos de ballena.
Para enterrar a los cadáveres, previamente los momificaban de acuerdo al siguiente procedimiento:
- Se extraían sus intestinos y vísceras del cadáver abriéndole longitudinalmente.
- Seguidamente extraían el corazón cortando el torax.
- Cortaban la cabeza por la base del cráneo para vaciar la masa encefálica, aunque hay momias con la masa encefálica reseca.
- Colocaban en la cuenca de los ojos tapones de algodón.
- Extraían los músculos mediante incisiones en las extremidades superiores e inferiores.
- Finalmente se momificaba introduciendo en el cadáver cal, ají molido, sal molida, flor de muña en polvo, brea y otros ingredientes.
- Colocaban la momia en cuclillas.
- Sometían al cadáver a fuego lento con el objeto de disminuir su tamaño.
- Por último se le colocaba en un canasto de junco para finalmente envolverlo con telas de diferente calidad.